Veo con cierta sorpresa el titular del diario La Prensa del día 14 de noviembre, que titula: “5 millones para el SUNTRACS”. Al entrar a leer el reporte en detalle, me percato, que este es otro capítulo más, de la larga serie de vergüenzas que enfrentan los medios de desinformación en Panamá.
La serie de artículos escritos contra el movimiento popular personificado en FRENADESO, están repletos de cálculos que parten de especulaciones, y de razonamientos que parten desde el punto de vista ideológico que tradicionalmente ha defendido ese diario, el punto de vista de la burguesía rancia de este país.
En estos momentos, FRENADESO, constituye uno de los puntales del único sector que es verdadera oposición política: la izquierda revolucionaria panameña. Los partidos de la burguesía que están en la oposición, representados en la asamblea y demás estamentos estatales, son simples papagayos que repiten junto al gobierno, loas al sistema capitalista de producción, que mantiene en la opresión y miseria a nuestro pueblo.
El ataque va dirigido particularmente a SUNTRACS, fundándose en los recursos que maneja esta organización sindical, para su funcionamiento. En su entrega, no mencionan porque otras organizaciones no tienen toda la estructura a nivel nacional que tiene este sindicato, las publicaciones que desarrolla, las capacitaciones populares que lleva a cabo, la convención colectiva –una de las mejores de Latinoamérica- que tantos beneficios da a los trabajadores, que es producto de la combatividad revolucionaria de los mismos obreros y de la dirección inteligente y honesta de sus líderes.
Los recursos de SUNTRACS se dirigen fundamentalmente a la reivindicación de los derechos de los obreros de la construcción y a la mejora de sus condiciones de trabajo. Desde el espacio de FRENADESO, se lucha por concienciar a los sectores populares, que los socios de este diario se esfuerzan por mantener en la marginación y enajenación.
La burguesía se puede dedicar con toda calma -con la bendición de la prensa libre de nuestro país- a seguir reproduciendo las condiciones que mantienen el modelo injusto en que vivimos, la democracia de papelitos que niega la soberanía popular. Los miles de millones de dólares que expolian las clases dominantes a los trabajadores, no deben ser justificados y pueden ser tranquilamente utilizadas para el embrutecimiento y humillación colectiva.
Pero todo esto no debería sorprendernos, pues en una sociedad dividida en clases, todos sus estamentos integrantes responden a los intereses de una de esas clases.
Medios como ese diario, son autenticas empresas capitalistas, en su sostenimiento y funcionamiento, de ningún modo responden a un interés público o social. La falsa objetividad está demostrada en cada una de sus páginas y ediciones, donde los planteamientos de la Derecha política nacional e internacional son tratados como verdad incuestionable y pulcra.
Esto nos demuestra una vez más, que parte de la lucha por la democratización de la economía y la política, también pasa –forzosamente- por la democratización de los medios de comunicación social, hoy en manos de los mismos que detentan el poder y sus socios.
Publicado en “Kaos en la Red”, el 14 de noviembre de 2007.
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