Ir al contenido principal

Igual que Irak o Palestina.

Cuando asesinaron a grandes líderes como Jorge Eliécer Gaitán; Jaime Pardo Leal; Luis Carlos Galán; Bernardo Jaramillo O; Carlos Pizarro; Álvaro Gómez; José Antequera; Manuel cepeda V.  y miles de militantes de la Unión Patriótica; que para mi modo de ver, es terrorismo; el estado nunca convocó a una movilización como la que convoca para el próximo 4 de febrero;  y en cambio sí, se la “metieron toda” para disolver las marchas que espontáneamente el pueblo convocaba.”
J. Manuel Arango
Kaos en la Red

Los medios de comunicación comerciales –panameños e internacionales- han estado dando una cobertura importante, a la convocatoria realizada para el 4 de febrero, en Colombia, contra el “terrorismo de las FARC.”


Llama la atención, que esos mismo medios de comunicación han ignorado consecutivamente, las luchas de resistencia llevadas durante muchos años por el pueblo colombiano: estudiantes contra la privatización de la educación, obreros contra la flexibilización laboral, campesinos por una Reforma Agraria radical, las organizaciones populares contra el TLC con Estados Unidos, en fin, un pueblo más de Latinoamérica que enfrenta al capitalismo.   Con el agravante, de que este pueblo hermano enfrenta la represión violenta, terrorista y criminal de una dictadura civil que se ha extendido por más de medio siglo.

Pero ya que he utilizado el calificativo de terrorista, es conveniente preguntarse, ¿Qué criterios se utilizan para definir el terrorismo? ¿Quién está calificado para definirlo?

Definitivamente el tema da para largo, por ahora sólo diré que los criterios para definirlo pueden ser jurídicos, políticos –y en algunos casos hasta culturales- y que la calificación de un sujeto u organización como terrorista debe ser observado bajo esos distintos filtros, cuestión que no se da en la actualidad.

Hoy en día, el criterio para ser designado terrorista es enfrentarse al capitalismo, a la ocupación imperialista, oponerse al estilo occidental de vida, a través de la muchas veces legítima lucha armada.

En el caso colombiano, la oligarquía gobernante, designa aquellos que hacen peligrar la conservación de sus privilegios como terroristas.  Cuestión tan natural, como poco sorprendente, pero que nos debe alertar, para no caer en el juego del sistema que trata de simplificar un conflicto social entre buenos y malos, que no entra a debatir –porque no le conviene- las razones profundas que originaron ese conflicto, como lo son principalmente, la injusticia social, la lucha de clases y la marginación política, económica y cultural.

A este escenario ya de por si complejo, se suma la nefasta intervención del imperialismo norteamericano, que con apoyo económico, político y militar sustenta la guerra que desangra Colombia, para defender los intereses geopolíticos y económicos de su “patio trasero”.

Ya veremos en los medios de comunicación los ecos de la marcha del 4 de febrero, cuando el terrorismo Estatal pase agachado al momento de las condenas y los juicios.  Eso también es absolutamente normal.

Las organizaciones y militantes progresistas y revolucionarios, debemos ser solidarios con la lucha social que libra el pueblo colombiano y contra la represión ejercida por los virreyes de turno.   Miles de sindicalistas, obreros, estudiantes y líderes populares han sido asesinados por querer una Colombia para todos y ante esta tragedia, hacernos eco de los voceros del capital, la oligarquía y el imperio es prácticamente un crimen.

Al igual que hemos exigido con valor y consecuencia la retirada de las tropas norteamericanas de Irak o la liberación de Palestina, también corresponde exigir que Estados Unidos retiré sus manos de Colombia.



Publicado en “Kaos en la Red”, el 2 de febrero de 2008.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El Príncipe en Panamá.

“ Mi propósito es presentar las cosas como son en realidad y no como las cree el vulgo. Hay quienes ven en su imaginación repúblicas y principados como jamás existieron en la realidad” . En estos términos Nicolás Maquiavelo busca justificar el porqué de la cruda dureza de su libro cumbre, “El Príncipe” , un texto estigmatizado por aquellos estudiosos de la política y la filosofía oficial, que encontraron y encuentran en sus postulados, una verdad incomoda respecto a cómo realmente funcionan los Estados. Maquiavelo (1469-1527), quien fuese Secretario de la República Florentina en Italia, dirige y dedica su obra a Lorenzo de Médicis, por entonces gobernante de Florencia, por lo tanto, “El Príncipe” , no es una obra dirigida al público en general, sino que se trata de un libro de consejos de cómo un político debe conquistar y conservar el poder.

Carta: Epitafio inconcluso.

Miércoles 18 de julio. El arroyuelo susurra recuerdos esta noche, llueve en la montaña y su caudal agrandado lo hace más ruidoso. La piedra donde solías sentarte por horas en silencio, está cubierta por una corriente que parece capaz de arrastrar cualquier cosa, menos de borrar una suma de heridas sin sentido.

De la cuna a la tumba

Miedo a sacar la cabeza por la ventana a llorar valientemente a sonreír con toda la fuerza de los pulmones a las balas y las serpientes miedo a los ruidos que acechan en la noche y al prójimo que lo origina a la cárcel infernal o a los purgatorios hospitales miedo a que la verdad te empuje al ostracismo a los perros ajenos a los burócratas cara dura a los disciplinados gendarmes miedo al noticiero estelar y su permanente música alarmante al aumento de la canasta básica o al de cualquier cosa al cambio o al status quo a los ríos y al fuego a los vivos y a los muertos miedo, mucho miedo desde la cuna a la tumba como para caminar siempre de puntillas. - Luis Calvo Rodríguez , del poemario  "Fuegos de barrio y arado" , Ganador del Concurso Gustavo Batista Cedeño 2011.