Ir al contenido principal

Segundo deseo


Quiero decir que mi cabeza late como reloj barato
mientras repaso las tres filas de sillas marrones
que me separan de aquel amanecer de versos
envuelto en un miedo que odio con vómito y lágrimas.

Quiero decir que mi boca está seca de sábados azules
todos los días están vestidos de facturas desgraciadas
con perros desafinados que ladran sin razón
dispersados por mi tristeza a puteadas, a golpes, a tiros.

Quiero decir que aborrezco el vuelo de la mosca
y al minutero que muerde juicioso mis deseos
que borraré en una orgía de fuego los protocolos de la cordura
culpable de las rasgaduras de mi lento verbo cuadriculado.

Quiero decir que su mirada fue un destello
un canto de aroma suave sobre su nuca
un abrazo de cartas desconocidas
letras famélicas que siempre dicen adiós.


-Luis Calvo Rodríguez, del poemario “Amanecer de madera”, Tercer Lugar del Concurso Nacional de Poesía León A. Soto 2012, Municipio de Panamá.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El Príncipe en Panamá.

“ Mi propósito es presentar las cosas como son en realidad y no como las cree el vulgo. Hay quienes ven en su imaginación repúblicas y principados como jamás existieron en la realidad” . En estos términos Nicolás Maquiavelo busca justificar el porqué de la cruda dureza de su libro cumbre, “El Príncipe” , un texto estigmatizado por aquellos estudiosos de la política y la filosofía oficial, que encontraron y encuentran en sus postulados, una verdad incomoda respecto a cómo realmente funcionan los Estados. Maquiavelo (1469-1527), quien fuese Secretario de la República Florentina en Italia, dirige y dedica su obra a Lorenzo de Médicis, por entonces gobernante de Florencia, por lo tanto, “El Príncipe” , no es una obra dirigida al público en general, sino que se trata de un libro de consejos de cómo un político debe conquistar y conservar el poder.

Política criminal, discusión necesaria

Desde la derecha criolla, conservadora en lo político, liberal en lo económico, la respuesta  a la criminalidad común ha sido una constante y desenfrenada expansión del Derecho Penal, contradiciendo el principio de ultima ratio que podemos encontrar en el artículo 3 de nuestro Código Penal, que establece lo siguiente: ‘La legislación penal solo debe intervenir cuando no es posible utilizar otros mecanismos de control social. Se instituye el principio de su mínima aplicación’. Proceso de expansión que se da en la creación de nuevos tipos penales (nuevas conductas señaladas como delitos) y en un establecimiento desproporcionado de penas, junto a su constante aumento. 

Elegir al menos malo.

El mismo escenario politiquero, la misma demagogia, los mismos discursos sin forma y sin fondo, las mismas poses, el mismo burdo teatro de siempre está servido sobre la mesa, a toda hora en prensa escrita, radio y televisión, arrastrando ingenuamente a todo aquel incauto que tenga memoria de corta duración. La propaganda nos presenta tres grandes opciones: dos representadas por los partidos burgueses que se han repartido el poder durante más de cuatro décadas, escenificando episodios sangrientos y trágicos de nuestra historia patria como lo fueron la tiranía militar y la invasión norteamericana.  Y una tercera que podemos caracterizar como de populismo de derechas, articulada y dirigida por los sectores más conservadores de la oligarquía nacional y que a su vez ha formado parte de los gobiernos panameñistas y torrijistas en períodos gubernamentales recientes.