Ir al contenido principal

Puedo borrar el café de las mañanas.

Puedo borrar el café de las mañanas
esparcido en la fisura de mis odios
un reclamo vino tinto de mis derrotas.
Puedo engañarme amablemente
para ver amaneceres de edad inocente
donde sólo queda un arca con sueños rotos.
Pero en la penumbra deseada
teñida de leche y miel
no puedo apartar la continuidad
de unos labios sencillos
que se encuentran negando tristezas
no puedo
en tu olor de tiempo feliz
aceptar las verdades ajenas
de cualquier adiós necesario.

-Luis Calvo Rodríguez, del poemario "Promesas sin cerrojos", Primera Mención de Honor Concurso León A. Soto 2011.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El Príncipe en Panamá.

“ Mi propósito es presentar las cosas como son en realidad y no como las cree el vulgo. Hay quienes ven en su imaginación repúblicas y principados como jamás existieron en la realidad” . En estos términos Nicolás Maquiavelo busca justificar el porqué de la cruda dureza de su libro cumbre, “El Príncipe” , un texto estigmatizado por aquellos estudiosos de la política y la filosofía oficial, que encontraron y encuentran en sus postulados, una verdad incomoda respecto a cómo realmente funcionan los Estados. Maquiavelo (1469-1527), quien fuese Secretario de la República Florentina en Italia, dirige y dedica su obra a Lorenzo de Médicis, por entonces gobernante de Florencia, por lo tanto, “El Príncipe” , no es una obra dirigida al público en general, sino que se trata de un libro de consejos de cómo un político debe conquistar y conservar el poder.

Carta: Epitafio inconcluso.

Miércoles 18 de julio. El arroyuelo susurra recuerdos esta noche, llueve en la montaña y su caudal agrandado lo hace más ruidoso. La piedra donde solías sentarte por horas en silencio, está cubierta por una corriente que parece capaz de arrastrar cualquier cosa, menos de borrar una suma de heridas sin sentido.

De la cuna a la tumba

Miedo a sacar la cabeza por la ventana a llorar valientemente a sonreír con toda la fuerza de los pulmones a las balas y las serpientes miedo a los ruidos que acechan en la noche y al prójimo que lo origina a la cárcel infernal o a los purgatorios hospitales miedo a que la verdad te empuje al ostracismo a los perros ajenos a los burócratas cara dura a los disciplinados gendarmes miedo al noticiero estelar y su permanente música alarmante al aumento de la canasta básica o al de cualquier cosa al cambio o al status quo a los ríos y al fuego a los vivos y a los muertos miedo, mucho miedo desde la cuna a la tumba como para caminar siempre de puntillas. - Luis Calvo Rodríguez , del poemario  "Fuegos de barrio y arado" , Ganador del Concurso Gustavo Batista Cedeño 2011.