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Mostrando entradas de diciembre, 2009

Sueños y Realidad.

La palabra soñar puede tener múltiples acepciones, desde ejercicio involuntario que realiza la mente mientras dormimos, hasta la acción consciente de desear o imaginar objetos o situaciones que aún no tenemos a nuestro alcance, incluso esas aspiraciones pueden extenderse al deseo de situaciones cuya culminación son poco probables o imposibles. El sueño es importante para la vida humana, en la medida que sostenga la condición de posible de una acción que es negada en lo inmediato por las visiones positivistas. Muchos avances tecnológicos y sociales han sido posibles gracias a la terquedad soñadora de grupos de personas, que creyeron en la posibilidad de algo que entonces era negado por las mayorías. Pero esa denominada terquedad en la posibilidad de los sueños, debe ir acompañada de un estudio de la realidad concreta, soñar con los pies en la tierra, sino, se está condenado al fracaso y la frustración. Es como la distinción que hizo Ingenieros en “El hombre mediocre” , cuando d

América Latina: Mismos actores, otro escenario.

Con el último resultado electoral de mayo en Panamá, con el posible éxito de Sebastián Piñera en Chile y algunos otros casos en el continente, se puede llegar a pensar que se está produciendo una restauración oligárquica, en la cual representantes de las clases dominantes pasarían a relegar del poder a los políticos profesionales que asumieron la administración del Estado, tras las tiranías militares. Pero cuando esta clase política o los militares controlaban la administración del Estado, ¿A quién representaban? Recordemos que ni la casta militar y menos la clase política, son una clase social dentro de la estructura de nuestra sociedad contemporánea, son segmentos sociales que están insertos dentro de alguna clase social. Nuestra sociedad, como sociedad capitalista que es, tiene dos clases fundamentales –más no únicas- la clase burguesa o empresarial y la clase trabajadora, son estas las que al mismo tiempo generan las contradicciones básicas que alimentan los conflictos sociale